Temporal

Sergio Loo

Pensaba que era un músculo. Pensaba que un músculo se puede desarrollar sin que implique un problema de salud. ¿No puede uno simplemente estar mal hecho? No, dice el doctor, mientras firma una nota ilegible en la que me envía al oncólogo. ¿Oncólogo? Oncología: véase problemas. En los brazos tengo unas bolitas de grasa, las membranas de mis manos son particularmente grandes, los lóbulos de mis orejas no están del todo desarrollados, me truenan los huesos con facilidad, tengo canas desde los diez u once años. ¿Por todo eso me tengo que preocupar también? ¿Son síntomas de males que me acechan y que en cualquier momento se revelarán como incurables? ¿Todo debe tener una cura? ¿Todo debe estar sano? Por supuesto, un doctor no entiende de enfermedades: las elimina. No sé qué les pasa que se les olvida que tomar medicamentos cada ocho o doce horas, si bien no es un martirio, tampoco es emocionante. Y uno espera que esa tos, esa resequedad, esas flemas, esa comezón se pasen solas, igual que un día lluvioso o una mañana soleada. O se integren a uno como la calvicie o la pobreza. No dice el doctor, y me entrega un pase para que me hagan estudios.

 

Temporal

Translated by Will Stockton

I thought it was a muscle. I thought a muscle could develop on its own without implying a health problem. Couldn’t this one just be badly made? No, the doctor says, while he signs an illegible note that sends me to the oncologist. Oncologist? Oncology: read problems. I have lipomas on my arms, the webs between my fingers are particularly large, my earlobes aren’t fully developed, my bones break easily, and I’ve had cavities since I was ten or eleven years old. Now I have to worry, too? Are they symptoms of maladies that creep up and will suddenly reveal themselves as incurable? Doesn’t everything have a cure? Shouldn’t everyone be heathy? Of course, a doctor doesn’t understand diseases: he eliminates them. I don’t know what’s wrong with people who forget to take their meds every eight or twelve hours — it’s not like martyrdom, but it’s not exciting either. And one hopes that this cough, this patch of dry skin, this phlegm, this itch — that they will go away by themselves, like a rainy day or a sunny morning. Or come together like baldness or poverty. No, the doctor says, and hands me a form that sends me on for testing.

 

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