Espermaceti

Isabel Zapata

                                                                                                       Para Lelé

1.

Una ballena es un país de fronteras difusas,

un país que no aparece en los mapas,

que bien podría estar inscrito

en la Breve guía de lugares imaginarios

entre Balnibarbi (tierra de hombres distraídos)

y Barataria (la ínsula que el Quijote encomendó a Sancho Panza).

Vista desde arriba una ballena es una isla de piedra

flotando a la mitad del océano.

 

2.

En el agua los cachalotes son fantasmas grises,

afuera son negros casi púrpuras con pecas amarillas.

Las ballenas tienen la barriga llena de bichos,

una ballena puede hospedar a más de siete mil.

Las ballenas también son una casa.

 

3.

Hay al menos dos ballenas blancas.

La primera navegó los océanos reales de 1820,

provocó el hundimiento del barco ballenero Essex.

Según el explorador Jeremiah Reynolds

esta ballena respiraba diferente al resto,

su chorro de agua se elevaba en otro ángulo

y llevaba una corona de percebes en la cabeza.

La segunda navega los mares imaginarios de 1851,

navega las páginas de un libro,

navega la furia de un capitán cojo,

loco, vengativo, un capitán del silencio.

 

4.

Dicen los libros que un cachalote pesa cuarenta toneladas.

Eso no puede ser cierto:

un cachalote es ligero y blando

como todo lo que no sabe tener dueño.

Una ballena es un país:

no pesa porque no tiene anatomía, tiene geografía.

 

5.

Ballena azul ballena gris ballena de Groenlandia

ballena minke ballena

piloto ballena franca

ballena jorobada

beluga

cachalote enano

pigmeo ballena

narval ballena.

Las nombramos pero no sabemos cómo son.

Las ballenas siempre están en otra parte.

6.

Nadie sabe por qué los cachalotes tienen en la cabeza una sustancia parecida al esperma. Los científicos adivinan que la voluminosa cavidad que tienen en la frente es un balasto biológico, un contendor de aceite que cambia de densidad según la temperatura. Tal vez es el centro del sistema de sonido que usan para navegar y comunicarse. O el aceite sirve a los machos para amortiguar los golpes que se dan en la cabeza unos a otros o contra los barcos balleneros.

¿Es la cabeza de las ballenas un mecanismo de flotación?
Sí.

Y es una bocina.
Y es un tope.

 

7.

¡Apretar, apretar, apretar, durante toda la mañana! Apreté aquel aceite de esperma hasta que casi me fundí en él, hasta que me invadió una extraña suerte de locura y me encontré, sin darme cuenta, apretando en él las manos de los que trabajaban conmigo, confundiéndolas con suaves glóbulos.

Las ballenas también son suaves glóbulos.

8.

En 1989 los hidrófonos de la marina estadounidense

detectaron un sonido en las profundidades:

una ballena que canta a 52 hercios,

mucho más alto que otras ballenas,

un poco más alto que la nota más baja de una tuba.

Nadie responde, nadie sabe quién es.

Esta ballena está deforme,

es un híbrido, está sorda,

su canción está rota,

es una tuba.

La última ballena de su especie, ballena tuba.

No sabemos qué cosa aman las ballenas, pero sabemos

que el corazón de un cachalote es del tamaño de un coche pequeño.

 

9.

Las ballenas se parecen a nosotros.

Lloran cuando secuestran a sus hijos,

son 97% agua,

cada familia habla su propio lenguaje,

tiene caries, son polígamas,

permanecen horas suspendidas en diagonal,

acurrucadas unas sobre otras.

Cuando sueñan las ballenas

son delicadas flores de pétalos de carne.

 

10.

Hay una escultura ecuestre de Teddy Roosevelt a la entrada del Museo Americano de

Historia Natural.

Cazador conservacionista, dice la placa.

¿Qué dice de nosotros que asesinemos lo que deseamos conservar?

 

11.

Las ballenas fueron animales terrestres,

caminaron en tierra firme en forma de pakicétidos:

zorritos peludos con pezuñas y cola gruesa

que podían escuchar debajo del agua.

 

12.

No todas las ballenas tienen dientes.

Las ballenas azules no comen,

absorben, filtran,

tienen dos filas de barbas de queratina,

dos peines paralelos de cuatro metros.

Abren la boca y entra el mundo.

Rompen el mundo.

Así como nosotros tenemos muelas del juicio,

tenemos apéndice, se nos pone la carne de gallina,

ellas tienen un hueso donde estuvo alguna vez

la pelvis de sus peludos antepasados.

El esqueleto de la ballena no se parece a la ballena.

Pero la diferencia no le estorba.

 

13.

Así como las frutas se bastan a sí mismas

las ballenas no necesitan nada que no contengan.

 

14.

Las ballenas no se parecen a nosotros.

Cada familia habla su propio lenguaje,

pero no cantan para lastimar.

Son polígamas, pero no saben mentir.

Sus dientes son troncos:

si cortas uno a la mitad puedes leer en él la edad de la ballena.

Las ballenas se parecen más a las secuoyas de California que a nosotros.

 

Spermaceti

Translated by Robin Myers

                                                                                                       For Lelé

1.

A whale is a country of blurry borders,

a land that never shows up on the maps,

a nation that could easily be found

in the Brief Guide to Imaginary Places

between Balnibarbi (dominion of distracted men)

and Barataria (the isle that Don Quixote delegated to Sancho Panza).

Seen from above, a whale is a stone island

suspended in the middle of the sea.

 

2.

Cachalots are gray ghosts in the water.

Their skin is purple-black with yellow spots.

Whale bellies are chock-full of little creatures:

a whale can harbor over seven thousand other beings.

A whale is also a house.

 

3.

There are at least two white whales.

The first swam through real-life oceans in 1820

and sank a whaling ship, the Essex.

According to explorer Jeremiah Reynolds,

this whale breathed differently from all the rest:

its jet of water shot up at another angle,

its head was crowned with barnacles.

The second swam the imaginary seas of 1851,

and swims the pages of a book,

and swims the fury of a limping,

wild, vengeful captain, commander of silence.

 

4.

Books profess that sperm whales weigh forty tons.

That can’t be true:

a sperm whale is as light and soft

as every other thing that can’t be owned.

A whale is a country:

it’s weightless because it has no anatomy. It has geography instead.

 

5.

Blue whale gray whale bowhead whale

minke whale pilot

whale southern

white whale hump-

back whale

beluga

dwarf sperm

whale pygmy right whale

narwhal.

We give them names but don’t know what they’re like.

A whale is always somewhere else.

6.

No one knows why cachalots have a sperm-like substance on their heads. Scientists think that the large cavity on their foreheads is a kind of biological ballast, a container of oil whose density changes with the temperature. Maybe it’s a sound system they use to help them navigate and communicate with other sperm whales. Or maybe the oil helps males absorb the head-butts they exchange among themselves, the blows they’re dealt by whaling ships.

Is a whale’s head a floating device?
Yes.

And a speaker.
And a speed bump.

 

7.

Squeeze! Squeeze! Squeeze! all the morning long; I squeezed that sperm till I myself almost melted into it; I squeezed that sperm till a strange sort of insanity came over me, and I found myself unwittingly squeezing my co-labourers’ hands in it, mistaking their hands for the gentle globules.

Whales are also gentle globules.

8.

In 1989, the hydrophones of the US Navy

detected a sound in the depths:

a whale who sang at 52 hertz,

a higher frequency than other whales,

a little higher than a tuba’s lowest note.

No one responds; no one knows who it is.

This whale’s deformed,

a hybrid, deaf,

its song is broken,

it’s a tuba.

The last whale of its species. A tuba whale.

We can’t know what makes a whale feel love, but we do know

that a sperm whale’s heart is as big as a small car.

 

9.

They’re like us, whales.

They weep at the abduction of their children,

they’re 97% water,

each family has a language of its own,

their teeth get cavities, they’re polygamous,

they spend hours hung at a diagonal,

curled up against each other.

And when they dream, whales

are delicate flesh-petaled flowers.

 

10.

There’s a sculpture of Teddy Roosevelt on horseback at the entrance of the American

Museum of Natural History.

Hunter-Conservationist, the plaque says.

What does it say about us that we murder what we want to keep?

 

11.

Whales were terrestrial animals once.

They walked the land as Pakicetidae:

wooly foxes with thick tails and hooves

that could hear underwater.

12.

Some whales have teeth, but others don’t.

Blue whales don’t eat.

They filter and absorb:

they have two rows of keratin bristles,

two parallel combs, four meters long.

When they open their mouths, the world pours in.

They break the world.

And just as we have wisdom teeth,

appendixes, just as we too get goosebumps,

they have a bone that marks

where their forebears’ pelvis was.

Its skeleton looks nothing like the whale.

It doesn’t mind the difference.

 

13.

Just like a self-sustaining fruit,

whales have no need for what they don’t contain.

 

14.

They aren’t like us, whales.

Each family has a language of its own,

but they don’t sing to hurt each other.

Polygamous, they don’t know how to lie.

Their teeth are trunks:

you learn how old a whale is if you cut a tooth in half.

A whale has more in common with a California redwood than with us.

 

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